.jpg)
El puente San Pedro, El Algarrobo y la doble vía de la ruta a Puyehue, son sólo muestras de lo que somos capaces de hacer. La idea, la voluntad de materializarla, el trabajo y el seguimiento de las iniciativas; se han transformado en el ABC, para la concreción de grandes proyectos para la ciudad. Hoy tenemos que pensar en grande, tal como hace años se atrevieron hacer nuestros vecinos en la capital de la región. No hay que tener miedo a las inversiones de envergadura; Osorno se las merece.
La pronta materialización de estas obras, seguramente van a cimentar la base que necesitamos para alzar nuestras miradas e idear nuevas iniciativas. Demandas por cierto que deben ser consensuadas con la ciudadanía, a través de una política de puertas abiertas, donde se pueda opinar y exista voluntad para ser escuchados. La política de los acuerdos, que va más allá de los partidos, y de la diferencia de pensamiento.
.jpg){kind=link}
La pronta materialización de estas obras, seguramente van a cimentar la base que necesitamos para alzar nuestras miradas e idear nuevas iniciativas. Demandas por cierto que deben ser consensuadas con la ciudadanía, a través de una política de puertas abiertas, donde se pueda opinar y exista voluntad para ser escuchados. La política de los acuerdos, que va más allá de los partidos, y de la diferencia de pensamiento.
Tanto los de la alianza como de la concertación, como quienes pertenecen a otras tendencias o a ninguna, usarán estas nuevas vías estructurantes. Todos se verán beneficiados con estas obras. Las iniciativas de este tipo no discriminan; al contrario, una vez que se concreten espero que sólo contribuyan a unir voluntades en pos de nuevos proyectos que Osorno necesita. No esperemos quedarnos sólo con las migajas de nuestros vecinos. Los recursos regionales, que no se utilizan se devuelven, a la capital regional, de donde son distribuidos a las ciudades que si tienen capacidad de generar proyectos y sacarlos adelante.
Si me disculpan el cliché, debo decir que las únicas restricciones para pensar en grande se encuentran en nuestra propia mente. Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos, pensando en que los desafíos que nos hemos propuesto no están a nuestro alcance. Recuerdo cuando ocupé el cargo de Gobernador de la Provincia, la ciudadanía de aquel entonces solicitaba enérgicamente la reposición del Hospital Base. La verdad que la idea nos entusiasmó a todos. A todos, menos al Ministro de Salud de la época, quien manifestó que no era bueno estimular la idea de construir elefantes blancos. Las vueltas de la vida me han enseñando que los sueños si se pueden cumplir, que la historia se revierte. Que la única vaya que tienes que salvar no es la que te imponen, sino la que te auto impones. Durante mi paso por la Intendencia, fui testigo cómo la voluntad de muchos nos ayudó a sacar adelante esta obra, doblándoles la mano a todos los malos augurios. Se puede, sé que se puede.
Osorno ciudad, es una tierra de oportunidades. Sólo hay que transformarse en un facilitador del progreso. Tarea no tan difícil, si se tiene la voluntad de trabajar, y perseverar. La política del “hay que”, debemos dejarla atrás. Siento que la ciudadanía está un poco cansada de los opinólogos, transformémoslos en concretólogos. Estoy seguro que esta es la única vía de recuperar a quienes han perdido la confianza en la política, y en nuestros representantes.
Jaime Bertin Valenzuela
Si me disculpan el cliché, debo decir que las únicas restricciones para pensar en grande se encuentran en nuestra propia mente. Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos, pensando en que los desafíos que nos hemos propuesto no están a nuestro alcance. Recuerdo cuando ocupé el cargo de Gobernador de la Provincia, la ciudadanía de aquel entonces solicitaba enérgicamente la reposición del Hospital Base. La verdad que la idea nos entusiasmó a todos. A todos, menos al Ministro de Salud de la época, quien manifestó que no era bueno estimular la idea de construir elefantes blancos. Las vueltas de la vida me han enseñando que los sueños si se pueden cumplir, que la historia se revierte. Que la única vaya que tienes que salvar no es la que te imponen, sino la que te auto impones. Durante mi paso por la Intendencia, fui testigo cómo la voluntad de muchos nos ayudó a sacar adelante esta obra, doblándoles la mano a todos los malos augurios. Se puede, sé que se puede.
Osorno ciudad, es una tierra de oportunidades. Sólo hay que transformarse en un facilitador del progreso. Tarea no tan difícil, si se tiene la voluntad de trabajar, y perseverar. La política del “hay que”, debemos dejarla atrás. Siento que la ciudadanía está un poco cansada de los opinólogos, transformémoslos en concretólogos. Estoy seguro que esta es la única vía de recuperar a quienes han perdido la confianza en la política, y en nuestros representantes.
Jaime Bertin Valenzuela