En octubre próximo nuestro país volverá a ejercer el derecho ciudadano de elegir a las futuras autoridades edilicias, así los aspirantes candidatos a alcaldes y concejales tendrán o tendremos que someternos al “juicio popular”.
En este contexto, la democracia cristiana ha iniciado este proceso en noviembre pasado, con la inscripción de candidatos a alcaldes y concejales, cuyo primer paso fue propuesto por la comisión municipal del PDC y refrendado por su Consejo Nacional. En dicha instancia se manifestó la siguiente premisa: “Este trabajo de la comisión, con miras a ganar las elecciones municipales 2008, ha adoptado como criterios preservar los intereses del partido por sobre los interés individuales presentando para ello a sus mejores hombres y mujeres como candidatos”.
En este contexto, la democracia cristiana ha iniciado este proceso en noviembre pasado, con la inscripción de candidatos a alcaldes y concejales, cuyo primer paso fue propuesto por la comisión municipal del PDC y refrendado por su Consejo Nacional. En dicha instancia se manifestó la siguiente premisa: “Este trabajo de la comisión, con miras a ganar las elecciones municipales 2008, ha adoptado como criterios preservar los intereses del partido por sobre los interés individuales presentando para ello a sus mejores hombres y mujeres como candidatos”.
Me parece interesante comentar el espíritu del proceso de nominación de candidatos, ya que el consejo nacional del PDC, ha traspasado dicha nominación de priorización de alcaldes y concejales a los consejos comunales donde no se superen los 45 mil electores, sin embargo el consejo nacional se ha reservado este derecho para aquellas comunas que superen este número de electores, pudiendo realizar la aplicación de encuestas que permitan discernir la mejor opción.
Este proceso podría resultar para algunos poco democrático, sin embargo hay que decir que la nominación de candidatos a alcaldes y concejales de la elección municipal del año 2004, se utilizó un mecanismo muy similar, donde el Consejo Nacional se reservó el derecho, incluso, de nominar a todos los candidatos a alcaldes de todas las comunas.
Actualmente la democracia cristiana y la concertación cuentan con tres precandidatos para la comuna de Osorno, todos muy respetables y valorados por su aporte y contribución a la actividad política y a la vida cívica, sin embargo como militantes del PDC debemos actuar con responsabilidad política, esto implica atender el llamado de nuestras directrices del PDC y tengo la convicción de que en democracia también existen los candidatos ciudadanos, es decir por aclamación. Siento y observo que es el momento de Jaime Bertin Valenzuela, quien en más de una década de trayectoria pública ha demostrado un crecimiento y consolidación en su profunda vocación de servidor público y esto ha traído un reconocimiento espontáneo y auténtico de los osorninos. De este proceso de aprobación ciudadana fuimos testigos el fenómeno que provocó la actual presidenta de la República, Michelle Bachelet.
Interesa entonces garantizar dos premisas, la primera privilegiar el éxito de la democracia cristiana en Octubre próximo y la segunda presentar candidatos que sean sinónimo de triunfo. Es por esto que no solo he tomado la decisión de apoyar la candidatura de Jaime Bertin, sino que además he querido formar parte de su equipo de trabajo, también lo hago tomando en cuenta el espíritu que nos convoca el proceso de nominación de candidatos del PDC, es decir pensando en el interés del partido, pero lo más importante tomando en consideración el clamor de la ciudadanía, donde demandan por autoridades con mayor compromiso ciudadano, donde se exige a las autoridades poner a disposición su capacidad de liderazgo y de gestión al servicio de la gente y anhelan por construir un proyecto de ciudad que se tome en cuenta la opinión de toda nuestra sociedad civil, que sea un gobierno local inclusivo con todos, capaces de construir un programa ciudadano, reconociendo las fortalezas y debilidades de sus actores.
José Luis Muñoz Uribe
Concejal de Osorno
Este proceso podría resultar para algunos poco democrático, sin embargo hay que decir que la nominación de candidatos a alcaldes y concejales de la elección municipal del año 2004, se utilizó un mecanismo muy similar, donde el Consejo Nacional se reservó el derecho, incluso, de nominar a todos los candidatos a alcaldes de todas las comunas.
Actualmente la democracia cristiana y la concertación cuentan con tres precandidatos para la comuna de Osorno, todos muy respetables y valorados por su aporte y contribución a la actividad política y a la vida cívica, sin embargo como militantes del PDC debemos actuar con responsabilidad política, esto implica atender el llamado de nuestras directrices del PDC y tengo la convicción de que en democracia también existen los candidatos ciudadanos, es decir por aclamación. Siento y observo que es el momento de Jaime Bertin Valenzuela, quien en más de una década de trayectoria pública ha demostrado un crecimiento y consolidación en su profunda vocación de servidor público y esto ha traído un reconocimiento espontáneo y auténtico de los osorninos. De este proceso de aprobación ciudadana fuimos testigos el fenómeno que provocó la actual presidenta de la República, Michelle Bachelet.
Interesa entonces garantizar dos premisas, la primera privilegiar el éxito de la democracia cristiana en Octubre próximo y la segunda presentar candidatos que sean sinónimo de triunfo. Es por esto que no solo he tomado la decisión de apoyar la candidatura de Jaime Bertin, sino que además he querido formar parte de su equipo de trabajo, también lo hago tomando en cuenta el espíritu que nos convoca el proceso de nominación de candidatos del PDC, es decir pensando en el interés del partido, pero lo más importante tomando en consideración el clamor de la ciudadanía, donde demandan por autoridades con mayor compromiso ciudadano, donde se exige a las autoridades poner a disposición su capacidad de liderazgo y de gestión al servicio de la gente y anhelan por construir un proyecto de ciudad que se tome en cuenta la opinión de toda nuestra sociedad civil, que sea un gobierno local inclusivo con todos, capaces de construir un programa ciudadano, reconociendo las fortalezas y debilidades de sus actores.
José Luis Muñoz Uribe
Concejal de Osorno